4 Saint Jean Pied de Port - Otxagavia --> http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5089747
Dormimos, bueno al menos yo de puta madre en la cama del albergue. Se notó que nos habíamos duchado, y cenado en mejores condiciones que en los días anteriores.
El día empezó con un madrugón de cojones, siendo los tres últimos en acudir al desayuno, el cuál fue sencillo pero la sóla presencia de la regente del lugar nos alegró la mañana.
Hecho el desayuno, puse las pastillas de freno y reanudamos ruta en dirección al cols d'iraty de 1327 m de desnivel .
No eramos conscientes de los que nos esperaba, pero de cualquier modo nos paramos a comernos un croissant auténtico francés , y doparnos un poco para el ascenso. Para añadir más dificultad, mi bicicleta iba frenada con las pastillas nuevas y ni puta idea de porqué...
Nos aguardamos a que fuera mitad de la mañana, y de ese modo el sol nos podía dar de modo más directo, y así fuera todo más de leyenda.
Empezamos el ascenso, con unas rampas iniciales de porcentaje medio de 13%, que nos dejó sin habla a la primera. La dureza del ascenso junto con el calor, fue como una droga que te hacía sólo pensar en la siguiente pedalada a dar; todavía tengo pesadillas con los carteles en cada km recordándote el porcentaje medio del siguiente; esto sumado a que ya estabas muerto y apenas la distancia final a meta disminuía,.... era muy duro de digerir.
Recuerdo que hasta las vacas gigantes que había en la carretera nos miraban con lastima por lo que estábamos pasando; o aquellos deseos de que una furgoneta parara y nos subiera a la cima....
Con todo ese sufrimiento, nos juntamos en un collado para descansar y afrontar lo que nos quedaba... que era a priori era igual o peor..... Sin embargo, gualaaaaa!!! tras un breve descenso, un valle nos esperaba con restaurantes, servicios, y sin dudar, paramos a hacernos un bocadillo para repasar la ruta. Y que bien nos vino el bocadillo!! hizo recapacitar y buscar una solución al infierno que estábamos pasando. Había que volver a España como fuere, y eso significaba montaña, el paso del Larrau, etc... Ninguno de los tres se veía con fuerzas, y en aquel instante fue cuando se produjo la achantada, la renuncia, la acojonada, llamemos le como queramos, pero había que buscar la alternativa al temible Larrau.
Afortunadamente lo hicimos, y fue acertada la decisión. Encontramos una ruta con caminos en perfectas condiciones, y con final en las casas d'irati. Todo un regalo caído del cielo, y encima una ruta muy bonita, bordeando el río.
Como premio un baño de agua fria y limpia, que nos supo a gloria.
Fresquitos, afrontamos el ya conocido ascenso por la selva irati, donde en la cima nos hicimos unas cuantas fotos puesto que cuando las ascendimos dos días antes, la niebla nos impidió disfrutar del entorno.
Desde aquí , descenso a Otxagavia y directos al camping, para pillar cama y no gastar mas fuerzas en montar tienda de campaña. Aquella noche es cuando mejor disfrutamos de la comida en un restaurante que ofrecía un menú de puta madre en calidad y precio.
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